¿Cómo hacemos sostenible el vacuno de carne? Hasta una docena de entidades diferentes se unieron para responder a esa pregunta desde la innovación y el resultado es el Proyecto SOSTVAN, una iniciativa destinada a mejorar el posicionamiento de la carne de vacuno extensivo en el mercado y asegurar la sostenibilidad económica de este tipo de ganaderías.
El veterinario Antonio Sánchez Calvo, de Dehesa Grande Sociedad Cooperativa, ha sido el encargado de presentarlo en la charla vespertina de las Jornadas Profesionales de Salamaq organizada por el Colegio de Veterinarios de Salamanca.
SOSTVAN defiende la producción ganadera de vacas nodrizas en un entorno medioambiental sostenible y respetuoso con el bienestar de los animales y se apoya para ello en la implantación de la tecnología blockchain aplicada a la ganadería. El Big Data al servicio del sector Primario gracias al grupo BISITE de la Universidad de Salamanca.
Cálculo de emisiones y bienestar animal
Un total de 17 explotaciones de ganado extensivo de Salamanca, Extremadura, Asturias y León han participado en esta iniciativa en la que especialistas de la Universidad de León calcularon, entre otros muchos aspectos, la huella de carbono por cada kilo de carne producido. Para ello calcularon la diferencia entre los gases emitidos y los que se han evitado gracias a la biodiversidad de cada ganadería mediante el manejo de rebaño, la calidad del arbolado o del suelo, las emisiones de transporte y las salas de despiece, etc. El promedio de emisiones es de 19 kilos por cada kilo de carne. La media nacional es de 18 y la europea, de 30. Mucho más lejos encontramos la media mundial, de 155 kilos, “que demuestra que no tiene nada que ver cómo se produce la carne en España a cualquier otro país del mundo”. En el otro extremo, hay explotaciones que son capaces de evitar más gases de efecto invernadero de los que emiten. La media de ese ahorro entre las explotaciones analizadas ha sido de 5,5 kilos.
La evolución de las ganaderías también incluía el análisis de las llamadas ‘libertades’ que la oficina internacional de sanidad animal estima pertinentes para valorar el bienestar de los animales (nutrición adecuada; ausencia de miedo y angustia; comodidad física y térmica; salud y ausencia de dolor y el comportamiento natural y adecuado de las reses). Los datos arrojados fueron positivos en este ámbito con notas muy altas que vuelven a poner de relevancia la sensibilidad ganadera y el convencimiento de que, aplicando ese tacto, la producción sostenible es una alternativa más que viable.
Blockchain
A través de la generación de datos, que también se recabaron a través una encuesta a la que respondieron más de un millar de ganaderos, la blockchain desarrollada por los expertos de la USAL -creada con vocación de ser ampliada en el futuro- incluye multitud de datos relacionadas con la morfología animal, su alimentación, los tratamientos sanitarios a los que es sometida cada cabeza de ganado e, incluso, todos aquellos procesos a los que se somete su carne en la sala de despiece. Esa tecnología permite, además, dar a conocer de forma minuciosa la trazabilidad completa de cada animal.
Veterinarios proactivos
En los prolegómenos de la charla de Sánchez Calvo, el presidente del Consejo General de Colegio de Veterinarios de España, Luis Alberto Calvo, destacó que los veterinarios «están comprometidos con el mundo en que viven y con el complicado momento que atravesamos por la pandemia». Se trata de profesionales, resaltó, “muy comprometido con el sector agroalimentario y con la España rural que acoge al sector Primario, que aporta un gran valor a la economía española, el 5,8 % del PIB”. El sector, añadió, “podría mantener todo el gasto sanitario, asistencia y preventivo de España y representa la mayor aportación a la facturación industrial de España”. Subrayó, además, que se trata de un sector estratégico “que se sabe adaptar a los constantes cambios y mantener la competitividad” y alabó su “gran” potencial de crecimiento “en el que los veterinarios estamos muy implicados realizando rigurosos controles en todas las fases de producción”.
Entre las responsabilidades de los veterinarios, Calvo destacó su contribución a la sociedad de forma proactiva «por más que se empeñen en ignorarnos y despreciarnos desde algunos ámbitos, algo que no vamos a consentir”, apostilló.