Como ya viene siendo tradición en SALAMAQ, Piensos Nanta realizó este lunes un encuentro ganadero incluido en el programa profesional de la Feria. La cita giraba en esta ocasión en torno a uno de los asuntos estrella, el de la producción ganadera y la sostenibilidad.
Durante la presentación, el veterinario Gustavo González se felicitó por lograr poner en marcha la jornada a pesar de las dificultades organizativas en tiempos de COVID19 y advirtió que la sostenibilidad está en todos los ámbitos de la sociedad, “también en la ganadería, que no se va a poder entender sin planes sostenibles”.
Para el coordinador del encuentro y redactor de la revista ‘Tierras’, Victor Molano, la sostenibilidad “corre el riesgo de perder su significado por manida, pero tiene mucho que ver con el futuro del sector”. Un argumento que amplió José Carlos García, director del sector agrario de Banco Sabadell -uno de los patrocinadores del encuentro-, que destacó la fortaleza de un sector “que nos ha dado una lección durante esta crisis”. Por ello, dijo, “hay que trabajar porque mejore en sostenibilidad y eficiencia”.
Identificar los factores sostenibles
A Maria Paz Lavín, científica del Instituto de Ganadería de Montaña del CSIC, le correspondió charlar sobre sostenibilidad social y el bienestar animal en la ganadería. Lavín lamentó que, a pesar de las ayudas, “el abandono de explotaciones no cesa y peligra la permanencia de muchas ganaderías”. Por ello, “es necesario identificar los factores sostenibles que cumplan con las expectativas de la sociedad, algo que no es fácil porque en España conviven multitud de sistemas”. La despoblación, advirtió, “trae consigo pérdida de influencia política pues los pequeños municipios españoles ocupan el 84 % del territorio pero solo cobijan la 16 % de la población”. La formación especializada de trabajadores, la falta de gestión adecuada de la mano de obra de las ganaderías, la escasez de avances tecnológicos o la presencia residual de mujeres en el campo son factores que juegan también en contra de la evolución del campo y a favor del aislamiento del medio rural, al igual que el desconocimiento de la actividad ganadera, que afecta a su reconocimiento social. “Se debe poner en valor la profesión para favorecer la incorporación de jóvenes”, advirtió Lavín, que volvió a poner sobre la mesa las llamadas ‘cinco libertades’ como garantes del bienestar animal y, por ende, de la calidad de los productos. El bienestar animal tiene un efecto directo sobre la sostenibilidad “porque mejora la rentabilidad de la población, favorece la mayor producción y mejora las condiciones de trabajo de empleados agrarios y ganaderos”, precisó la experta, quien recomendó estar alerta para que las condiciones deficitarias no se terminen cronificando y naturalizando.
Por su parte, el ganadero Antonio Paramio, gerente de la Quesería Campos Góticos, se detuvo en el modelo de gestión empresarial y producción ganadera sostenible, un asunto del que destacó la importancia del ahorro energético a través del uso de las placas fotovoltáicas y su sorpresa por su infrautilización en Castilla y León. En sus instalaciones, reveló, los paneles solares -en funcionamiento desde hace un año-, contribuyen a mantener una mejor temperatura durante las estaciones extremas y suponen un ahorro de costes “que amortiza rápidamente la inversión”.
La información sobre la relevancia de los aspectos medioambientales en la nueva PAC, una de las cuestiones que más inquietan hoy por hoy a los trabajadores del campo, acaparó la penúltima de las ponencias, a cargo de Juan Luis Muñoz, de la Dirección General de Política Agraria Común de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León. “Los aspectos medioambientales se materializan en la PAC 2023-2027 en una condicionalidad reforzada”, explicó aclarando que la PAC no aplica nuevas ayudas medioambientales para el nuevo periodo, pero ahora “pone unas condiciones con mayor intensidad en el aspecto medioambiental a través de requisitos de gestión”.
Los Ecoesquemas y las ayudas asociadas “con cambios sustanciales”, que priorizarán las ayudas agroambientales, están en el ojo del huracán “aunque mantiene los pilares de ayudas a las rentas y a las estructuras”. “Se pretende fomentar un sector agrícola resistente, que fortalezca el medioambiente y se ofrecerán ayudas para el fomento de la sostenibilidad”, resumió y recordó que la nueva PAC establece como obligatorias condiciones medioambientales que antes eran solo una opción.
Granja circular
Finalmente, José María Bello Dronda, Product Manager de pequeños rumiantes de NANTA, ilustró al numeroso público asistente sobre los modelos de granja circular, certificados como alternativas sostenibles para rumiantes “para dar respuesta a las demandas de la ganadería en nuestro entorno ante el cambio climático y las emergencias ambientales que se están produciendo”.
Nanta, detalló Bello, ha generado un modelo para medir la sostenibilidad económica, ambiental y social a las que se ha añadido el bienestar animal. Ese modelo contempla la medición de la emisión de gases y el análisis del grado de cumplimiento de diferentes parámetros en cada explotación analizada para determinar su nivel de adaptación a las prácticas sostenibles. De igual modo, incluye recomendaciones para que los ganaderos puedan optimizar aquellos aspectos que necesiten mejorar.