El responsable de la oficina de representación permanente de Asaja ante la Unión Europea, José María Castilla, no se anduvo con rodeos durante la charla impartida este viernes en Salamaq. “En las condiciones actuales hay que advertir a los políticos nacionales o europeos que paren el acuerdo con Mercosur”, reclamó recordando que España dispone de dos años de plazo para echar atrás esa alianza comercial, pendiente de su aprobación definitiva, si no cambian determinados aspectos.
Castilla subrayó que la clave de cualquier acuerdo comercial es la reciprocidad “pero no se exigen los mismos requisitos en ambas orillas del océano para acceder a determinadas ayudas ni tampoco para la entrada de productos en cada país, por lo que se seguirá optando por los más laxos en la aplicación de la norma”. Denuncia, además, que no se han medido bien las consecuencias para determinados sectores y países y puso como ejemplo el panorama que se encontrará el vacuno, que tendrá que hacer frete a la entrada de 99.000 toneladas libres de impuestos, o la apicultura con la llegada de 45.000 toneladas de miel “en plena crisis del sector y sin que el gobierno haya advertido que habría que tener especial sensibilidad”. A pesar de esos nubarrones al menos sí se han establecido periodos de transición para la llegada de determinados productos, reveló.
De igual modo, y a pesar de esa dura visión acerca de las consecuencias que para España supone este acuerdo, pendiente de aprobación en España, Castilla quiso también apuntar algunos aspectos positivos del mismo, como el hecho de reconocer a la Unión Europea como entidad única a la hora de exportar o que España también se verá beneficiada por la posibilidad de exportar multitud de productos alimentarios libres de arancel “de manera que se abre un horizonte esperanzador”. A la vez, y por vez primera en la historia, Europa ha podido exigir el cumplimiento de las obligaciones medioambientales para determinadas producciones.
José María Castilla puso también sobre la mesa las dificultades de poner en marcha este acuerdo en un contexto económico europeo complicado al estar pendiente de las consecuencias del hipotético Brexit y seguir a la espera de conocer las implicaciones de la próxima PAC para nuestro país. La incertidumbre, apuntó, es patente.