¿Cómo ofrecerle al consumidor productos lácteos de ovino seguros y de calidad?, ¿cómo hacer que el consumidor aprecie dichos productos?, ¿cómo conseguir que España que es una gran productora de queso sea también una gran consumidora del mismo? Estas y otras preguntas se plantearon esta mediodía en la jornada profesional organizada por Nanta sobre el ovino de leche.
Gustavo González, del servicio técnico de Ovino de Nanta aseguró que el objetivo de las jornadas era concienciar al ganadero de que el producto que produce luego lo tiene que vender a un consumidor, y por ello es importante mejorar algunos aspectos para llegar a él dándole productos seguros y de calidad. La clave según González está en “cómo poder aportar ese valor añadido, ese valor de seguridad en los productos para que el consumidor se sienta más arropado y aprecie el valor que tienen los productos”.
¿Qué es lo que se puede hacer entonces? Pues desde Nanta lo han focalizado en tres aspectos, los dos primeros son desde el punto de vista de la ganadería, concretamente desde la medicalización. “Hay que intentar reducir el consumo de antibióticos basándose mucho en medidas de prevención porque el consumidor es muy sensible a este tema”, afirma Gustavo González. Además, desde el punto de vista de la alimentación hay que llevar un control importante de todo lo que comen los animales, que sean productos sanos, que se hayan elaborado bien y con controles.
Y por último hablaron de los productos lácteos, de cómo hacer buenos productos y con qué características. “Queremos romper esos mitos que tienen ahora los lácteos que parece que no son tan sanos, y ver también qué alternativas desde el punto de vista de la industria láctea se pueden dar a la leche con el desarrollo e innovación de productos”, aseguró el técnico de Nanta.
Actualmente el ovino de leche atraviesa una situación bastante delicada “porque los precios son los más bajos de los últimos años y no hay visos de que puedan subir”. Además, respecto al consumo hay un dato muy significativa y es que “en España tenemos un problema de desajuste, somos de los principales productores de queso pero no somos de los principales consumidores”. Ello se debe a que “exportamos mucho y además consumimos poco”. No sucede lo mismo en países como Francia, que produce mucho y consume mucho, al igual que Grecia e Italia.
¿Qué es lo que falla?, “que probablemente no sabemos venderlo, o tenemos una gran variedad gastronómica con acceso a muchas cosas o que culturalmente no tenemos el queso tan implantado… hay muchas variables”, finalizó González.