La mala alimentación es la culpable del 80% de los problemas en las pezuñas de los sementales, según ha explicado el veterinario Miguel Ángel García, de la empresa Servet Ledesma, dentro en la charla organizada por la Asociación Nacional de Criadores de Vacuno Charolés en las jornadas profesionales de Salamaq 16.
El experto ha explicado que el 80% de las lesiones en las pezuñas que existen proceden de un mal manejo en la alimentación por cambios en el Ph del rumen. Además, ha indicado que enfermedades como las neumonías también pueden ser culpables de una disbiosis y acabar en infosuras, que obligarán al tratamiento podológico. Finalmente, los traumatismos también suelen ser culpables de estas cojeras, pero en este caso sólo aparecerá en una pata, mientras que los casos anteriores suelen verse afectadas dos o más extremidades.
En ese sentido, ha recordado que es mejor no abusar de los cereales como la cebada o el trigo en el pienso para los sementales. “Raciones de hidratos de carbono de degradación rápida o exceso de cereales como la cebada y el trigo, suelen causar una acidosis ruminal, lo que provoca una rotación en la tercer falange y malos aplomos. También es un error muy común el utilizar piensos de cebo o crecimiento para alimentar a sementales”, ha indicado.
“El maíz tiene más energía que la cebada y el trigo pero de degradación lenta, lo hará hacia el ciego. La fórmula de pienso nunca debe superar el 30% sumando el trigo y la cebada, y debe suplementarse con abundante fibra. Los sementales no tienen grandes necesidades energéticas. El ganadero tiende a sobre alimentarlo, lo ideal es que no esté excesivamente gordo”, ha subrayado, antes de recomendar utilizar piensos con abundante fibra en la época de la recría mientras que en edad adulta no debe utilizarse piensos de remate, ni siquiera de forma temporal.
Otro de los motivos que generan esos problemas en las pezuñas es el manejo de los animales. “Las pezuñas crecen por estímulo, cuando más se mueva más crece pero si no mueve también crece, y si no se desgasta aparecerá el problema. Lo normal es que una pezuña crezca entre 1,8 y 2 milímetros por semana, así que si no hay desgaste, tendremos un problema”, ha explicado.
Por otra parte, ha incidido mucho en la importancia que tiene la selección genética para eliminar estos problemas. “Si tienes un semental o una vaca con estos problemas, por muy bueno que sea, es recomendable no dejar crías porque es un problema muy hereditario y casi con toda seguridad tendremos malos aplomos o defectos en las pezuñas en la descendencia. La selección genética es fundamental y no sólo la del toro”, ha afirmado.
Respecto a los posibles tratamientos con podología, ha explicado que puede utilizarse de manera preventiva o curativa, dependiendo del estado de cada animal. En ese sentido ha recordado que además del crecimiento de las pezuñas, hay otras enfermedades por infección, parásitos, hongos… que pueden hacerla recomendable para intentar alargar la vida útil al semental.
Finalmente, ha lamentado que muchos profesionales matan a sementales muy valiosos por desconocimiento de la podología y basándose en falsas creencias que se atribuyen a la raza, o a la alimentación. Por ese motivo, Miguel Ángel García ha recordado la importancia de intervenir a tiempo en un animal cojo y evitar otros problemas. “Un toro cojo tiene dolor, lo que deriva en perdida de movilidad, y baja el consumo de alimento, lo que provoca un desequilibrio nutricional y pérdida de peso. Al perder peso, va a ser un animal más débil, va a tener menos defensas y es más propenso a tener otras enfermedades. Además, va a sufrir agresiones por pérdida de rango social, y todo deriva en problemas reproductivos por una menor fertilidad”, ha explicado.